me dormi sin querer del otoño

todo lo que soñé sobre tu cuerpo

descansa ahora en tu mirada,

te miro y confundo mi realidad con tus ojos,

eso me lleva a pensar, si soy yo el que habla

la noche nos sangra en la calle,

sus murciélagos se disfrazan de muerte, es la hora,

quiero mas lluvia para esta música que nos rodea,

no son suficientes nuestras manos al caer, 

resbalan en el pavimento, se nos convierte en un colchón,

caemos en el sueño, y no te das cuenta que esto es un juego,

un puto juego, podemos salir lastimados, pero a quien le importa?

somos la sombras cambiando de color en los semáforos,

corremos detrás de los autos, es nuestro destino correr,

hacia donde no nos puedan ver, ocultate en mi amor,

aun estoy demasiado nervioso, y veras, que solo el día trae oscuridad,

la noche nos alimenta, nos sangra en la calle, en la vereda,

dejo mis venas aquí, tómalas, hazte un collar, una bufanda o lo que quieras,

a quien le importara? 

soplemos como si caminar fuera nuestro destino,
sube conmigo a los pisos de salomón,
encarna una diosa y seré tu humano,
sin corazón, lastimare tus sentimientos si lo deseas,
invítame a pasar por las puertas de tu belleza,
y caeré luego en tu lago de sonrisas,
por siempre quedare estancado a ti,
en cada mirada me tendrás, como un juguete,
niña impulsiva, todo lo tienes en el chasquido de dedos,
mátame, entrego mi sangre para que te bañes en ella,
limpiara tus cabellos y podrás tragar arboles en el silencio,
la oscuridad nos llama, no vaciles, esa luz no se muestra dos veces,
aquí esperare por ti, sin gatos ni trucos.

me cuesta seguir el rastro de tu  nomade aroma
estoy en la plena inexistencia de mi vida sabes,
las ideas demoran,
 yo escapo de  mi, para buscarme luego en tus labios,
y sin encontrarte ¿como puedo cantar victoria?
bajo la luna y sus aquelarres, halle tus ojos,
esperando tus respuestas me quede

¿caes conmigo? o ¿debo lanzarme solo?

toma mi mano, jamas dudes de lo que sientes,

si lo haces, ellos vendrán por ti y arrancaran todo de ti,

todas las hojas de tus pulmones, solo quedaran las ramas

débiles abrigando el invierno, pero, ¿quienes somos?

a que hemos venido, ¿a encontrarnos? me encontraste,

no quiero correr mas, ven por mi, estaré aquí y donde quieras,

soplando en tus ojos una mirada.

cuando el mundo descanse todos descansaremos

si no fuera por la luz que nos brinda el día, todo amaríamos la noche,

pero el odio es más, y el fuego también. por eso las lunas en el sol nunca descansan.

aceleran los estallidos, sube la corriente,
desorienta la carne, aun nervioso,
todo lo hice por la razón que desconozco
por simple maldad, por la comodidad de saber
que estarías aun dispuesta para mi,
moribunda.