el silencio de los dos

tímido,

mil veces mi cuerpo arde en la palabra,

mil veces bese tus labios sin llegar a tu boca,

mil veces roce tu piel arrancándote la ropa,

pero sin embargo, jamas desnudaste esas ganas locas,

muertas en el instante y distancia de tus ojos iniciáticos, 

abriéndome esa puerta invisible a un futuro nostálgico,

en donde viviría extrañando tu voz, tu silencio,

el silencio de los dos. 

juntos destrucción

somos las divagaciones de dios,

revuelve una infinidad de almas para terminar juntandonos,

destinos impredecibles desembocando en tu palabra y mi tilde,

acabamos siendo una frase, una oración kamikaze que busca

bombardear el mundo que nos rodea y crear otro a partir de la destrucción

de mis ideas. 

sus penas de hojalata

la luna se esfuerza por no caer

pero todos dicen que sera inevitable

tarde o temprano cederá ese cordel invisible

que nos une a ella, y todos lloraran su partida,

porque se fue temprano allí, a morir donde las penas

se convierten en gente de hojalata.

espero no estar muerto

borré todas mis huellas de la escena
pero tu sangre sigue aquí,
te he visto mil veces
pero ninguna de esta manera,
vivo el momento como
una película de esas en que dan ganas de vomitar toda la cena,
pronto, dile a tu pecho que suelte mi cuchillo
o mi mano soltará también su amor por ti,
no olvida cuanto de caricias contigo aprendió sabes,
tus labios enfrían, déjame besarles una ultima vez.
nuestras risas sangran preguntas que no podrás responder
¿por que lo hiciste?  ¿por que regaste en nuestras sabanas el perfume de él?
¿como llegue a esto? fue por ese olor que detesto,
te lo dije, yo no quise hacerte....
vienen por mi esos perros, lo siento mi amor,
se aproximan, no tengo tiempo,
si alguna vez me cruzo con el arrepentimiento
espero no estar muerto.

amanece en tus pies
son diez dedos otra vez,
la maña es el sol en tu cara,
rayos! te da insomnio tanta luz,
despierta otra vez tu cabeza
otra boca mas que alimentar con cerezas frescas
de esas que pintan las sabanas,
dulces sabanas, se derraman sobre el café de tus ojos,
liviana tus mañas, tu bostezo arranca por la ventana,
por esa cortina que tejió una araña de viento,
vuela tan rápido que sus alas saben que miento
leen mis pensamientos aun despiertos
no pude descansar anoche sabes,
imaginando que conoces todo lo que a mi mente invade.