muerto el conejo se acaba la suerte
lo comeré con cubierto esta vez, con dignidad afeminada,
una palmada en la espalda desenfunda la lastima que da mi roñosa espada,
 luche contra el dragón de mis delirios febriles, no hubo caso,
mi mano no soltó el vaso de licor y allí en el piso me quede tirado, mirando cabizbajo,
el atajo que encontraba un rata gigante, se colaba por el culo de una gran señora,
 vestida de estropajos y labios colgajos, grito: alguien me a metido algo por el culo!
que dios bendiga al chulo que lo tiene como un mulo!