que volviera a comportarme como un niño,
la luna atraviesa el cristal empañado y la noche eterna secuestra
mi sombra, solo pienso en la estrella que se marcha de mi vida,
mi tristeza supera el tiempo que nos separa y llega a ti sollozando de rodillas,
no me dejes ahora, no ahora que mi lamento se hace tormenta en los aposentos
de mi reino en ruinas.
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