Tambores de vida suenan percutidos Por manos encarnadas
El sonido es alma y el baile nuestro karma,
El sudor roza la muerte, el cansancio lo es,
Ojos que son el furor vertiginoso de la existencia.
Reflejos de una expresión anómala en su señora la locura
Y Desfiguradas facciones hay en aquella dama la cordura,
Se disfrazan de acciones y emociones, para entretener a los
Niños que habitan la mente, juegan a girar el reloj, paran el
Tiempo en el cielo, para que las nubes descansen su levitar,
Que sean admiradas pues, mientras nos besen las cabezas,
Pues ellas son las que nos iluminan y dan pasó a la creación.
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