domingo, 21 de febrero de 2010

para una mujer


Pienso en algún error diluido en mi licor por descuido,
El dolor se torna intenso Cuando me siento propenso a morir cerca de ti,
Vuelvo a jugar con tu mirada, No tengo cara, sólo palabras,
Son armas finas del más grueso calibre, para cuando quiero asesinar mis lamentos,
No sirven de nada, ¿para que los quisiera? Es Por eso que cambio versos por balas,
Para aminorar la carga en la conciencia, la presencia de tu silueta me hace olvidar
Cualquier cosa que no seas tú y si la noche se hace fría me obligo a marchar,
¿Quien me va a reprochar? Solo yo, cuando el alba amanezca y la luna con sus estrellas perezcan,
Hay! Si supieras todos los días en que mi sol eres tú calentando mi cabeza,
Me cubro bajo un álamo de sombra, pero mis ojos inevitablemente ven tu luz
Cuando me encuentres, me hallaras desnudo frente a ti
Con un Frenesí de manzanas caídas en el edén de mi pudor
El diablo camuflado de serpiente no se acercara por aquí mientras tú y yo seamos angèles,
Sólo Háblame de tu amor, no tengas temor ni finjas valor,
Porque por no hablar, los anhelos aterrizan y pronto han de volar hacia algún otro lugar,
Mas no es necesario hablar, solo dejarse llevar…

No hay comentarios:

Publicar un comentario