lunes, 22 de agosto de 2011

hijos de dios

la vida lloro años de juventud
y escapo para no verlo, escapo como el padre que no nace
para serlo, su hijo jamas pudo conocerlo,
aquel bebe gateo y en su ausencia camino,
hoy ya mayor sus pasos son ecos en un corazon lleno de huecos,
una familia disfuncional tuvo la droga como final
y el comenzar de un espiral, aspira por via nasal lo
que un angel blanco le promete, ser del cielo un grumete,
al llamado de nubes acude y sube en un buque alcaloide,
esquizoides travesias para luego rogar no seguir en esta tierra mas dias,
robar para sentirse de nuevo un mesias, la cara de dios no esta muy lejos,
se puede ver en el mendigo agitando pesos en la jarra
que luego llenara de vino, en la ultima cena no comera pan,
borracho en la via dormira acompañado del can,
cartones y transeuntes que pasan,
arapos sucios reflejados en los lustrados zapatos de un pastor,
su boca escupe fe y valor, el se abriga de diezmos, tiene calor,
suda cuando tiene cerca un niño, para el opus dei eso es amor
para la ley ultraje a una menor, nadie lo sabe pero,
el pastor abandono a su hijo,
por eso hoy tiene cientos en su iglesia adorando un crucifijo,
para salvar su alma de acertijos,
pues aquel hijo le busca en iglesias de polvo blanco, donde campanas
sonaban todo el dia, preguntandose si su padre algun dia volveria,
el pastor ya esta viejo, no predica mas de alegrias,
la vida lloro años de juventud y escapo para no verlo,
escapo como el padre que no nace para serlo.










No hay comentarios:

Publicar un comentario