Satírica sentencia para el hijo gitano
Que lleva en su cuna el destino,
Vientre que no sabrá si no llorar,
Gritara en mis manos la sangre de su muerte,
Se agitaran las olas y cantaran amapolas
Anunciando la primavera.
Con polen en las venas
Mi piel florece junto a la tuya,
El sol vive gracias a tus rayos,
Alimento que me da luz a diario.
Ayuden a transportar los duendes
Ninfas de sueño, al bosque de oscura realidad.
Que la verdad se escape entre la voz de mi locura,
Una luna que no tiene cura, a pesar de que muchas estrellas
cuiden de ella, morirá al amanecer en su lecho
De horizonte y volverá a nacer, como canto de ruiseñor,
Se oirá en los oídos de este mundo agridulce, el amor por
Montón, el latido de un volcán que estalla en mi pecho,
cual Corazón de lava.
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